Sin dejar a un lado el basamento científico, la seguridad y confianza de la medicina tradicional, abrimos nuestras mentes y proyectamos con nuestras manos el poder que nos brinda el conocimiento, saber de la medicina no convencional, por ejemplo la ACUPUNTURA, mucho más antigua, pero dependiendo del caso, más práctica, efectiva y adecuada; nos permite abordar casos desde diferentes puntos de vista y razonamiento, consiguiendo dar respuesta a lo que parece no tenerlo, soluciones simples a problemas complejos, o bien, cerrar capítulos de la forma más consciente y humana, adaptándose a la naturaleza de nuestros pacientes. Integrando lo mejor dos mundos, se potencian las oportunidades para nuestra razón de estar, nuestros pacientes.