Parásitos externos... ¿Garrapata o pulga? Cuidado con los mosquitos y ácaros

Debemos considerar de especial importancia a los parásitos externos, son un problema para la salud de nuestros peludos amigos.

LA GARRAPATA. Parásito artrópodo arácnido dentro del orden de los ácaros,  se encuentran en el entorno, sobre todo en el campo y desde finales de primavera a principios de otoño es cuando hay mayor riesgo de que nuestra mascota se vea infestada. La temperatura ambiente tiene gran influencia sobre esto último (1).

Dependiendo de su estadio de desarrollo, sexo, condición fisiológica y especie, las garrapatas podrían ser tan pequeñas como la pulga o estar en un promedio de 1 cm. La hembra, antes de poner sus huevos es 120 veces más grande a su tamaño habitual.

Su color es variable, pero lo más común es que sean entre un marrón rojizo y/o ámbar, poseen 8 patas como todos los arácnidos y pueden tener la forma de un pequeño grano, en forma de gota o incluso parecer un frijol (1).

Se alimentan exclusivamente de la sangre de su hospedador y son el primer vector transmisor de enfermedades en perros y el segundo en humanos después del mosquito (1).

Son responsables de la transmisión de Ehrlichiosis, también llamada “fiebre hemorrágica canina”, de la Fiebre Exantemática Mediterránea (se diagnostica​ un caso al año por cada 100.000 habitantes) y la Enfermedad de LYME que afecta a diversos animales además de al perro y el gato (afecta a personas en un promedio de una por cada 100.000 habitantes). Las dos primeras enfermedades también se consideran zoonóticas, es decir, afectan al ser humano como a los animales (1).

“Estadísticas aplicables para España”

Siempre recomiendo tratar de revisar a diario a nuestra mascota, así como comento con el tema de las espigas, en otra públicación de este blog - "Peligros del Verano"; al volver de paseo debemos chequear la cabeza, cuello, dorso, extremidades, abdomen, axilas, ingles, espacios interdigitales y alrededor del ano. Los gatos tras el acicalarse logran eliminar este parásito, por lo que es muy extraño conseguirlos en su piel a menos que la infestación sea muy grande y que el animal esté en una condición de salud donde el hábito de acicalamiento disminuya o sea nulo (1).

Si la parasitosis es muy alta el animal puede presentar un cuadro anémico. La garrapata puede verse a simple vista o sospechar de su presencia por la lesión en piel tras la picadura.

Prevención y control. La desparasitación tópica se debe mantener al día, según sea el producto que usemos y que mejor se adapte a las necesidades de nuestra mascota, según su efectividad y nuestra situación geográfica, hábitos y el coste, que se adapte a nuestro bolsillo (1). Debemos ser cuidadosos a la hora de reforzar la protección de nuestro mascota, ya sea usando collares, pipetas o productos vía  oral, debemos tomar en cuenta que cada uno tiene una forma y frecuencia de aplicación diferente, por ello es importante documentarse al respecto y preguntar siempre al veterinario. También hemos de tener cuidado en no combinar uno o más de estos productos simultáneamente en el mismo animal sin orientación profesional. 

Debemos saber que muchos de estos productos poseen en su composición los llamados piretroides y amidinas tóxicos para los gatos, por ellos debe cuidarse de usar siempre productos especializados e indicados para cada especie, además de existir variaciones para algunas razas, edad y estado fisiológico.

¿Qué hacer ante la infestación de garrapatas? Lo primero es extraerlas adecuadamente, ya no es recomendado aplicar alcohol o aceite tópico sobre el parásito, ya que estos podrían provocar que el artrópodo regurgite en la piel de la mascota, y es en su saliva donde están los agentes patógenos que transmite, lo ideal es usar pinzas especializadas para extraerlas, sujetamos a la garrapata, giramos y traccionamos, luego podemos aplicar un antiséptico en la zona de la picadura. Importante no arrancar la garrapata bruscamente ni reventarla, recuerda siempre que puede contener patógenos que podrían afectar a nuestra mascota y a nosotros (1).

Si la infestación es alta, recomiendo los baños medicados con productos especializados, los cuales según el laboratorio podrían variar en su dilución. Un baño semanal por 4 semanas sería lo ideal, y tras cada baño ir retirando las garrapatas que puedan ir quedando. Una semana posterior a estos aplicar los productos de prevención y con efecto residual, como los nombrados anteriormente. 

El ambiente es uno de los aspectos más importantes, si hay garrapatas en casa, en el jardín o la terraza, estas deben tratarse en conjunto a la mascota, solo que las recomendaciones variarán según las características del entorno.

Debemos saber que por muy bueno que sea un producto para el control y prevención de garrapatas, si la mascota es expuesta de forma frecuente a lugares muy poblados, siempre existirá el riesgo de infestación, por ello la importancia de revisar a diario a la mascota.

LA PULGA. Son sifonápteros, pequeños insectos sin alas que se alimentan de sangre. La especie más corriente es de color marrón y con un tamaño de 2 - 3mm, tamaño que puede aumentar hasta 5mm luego de alimentarse (1).

Aún que prefiere picar a perros y gatos también tiene gusto por los seres humanos, el ciclo de vida de la pulga puede llevarse a cabo dentro del hogar, cuando existe una temperatura en 18° a 27°C y una humedad relativa de 70%, pueden llegar a sobrevivir todo un año en casa (1).

Dos datos curiosos, ¿sabías que una pulga puede dar un salto hasta de 30cm para alcanzar a un hospedador? A demás que 25 pulgas en un mes pueden llegar a reproducirse hasta 100,000. Por ello, es importante ser preventivos (1).

Estos animales pasan de forma casual por el ser humano hasta conseguir llegar a su hospedador preferido, el perro o el gato, en ese momento puede llegar a producir hasta 3 picaduras en promedio a nivel de los tobillos, piernas y a veces los brazos, provocando leve hinchazón y prurito intenso si existe hipersensibilidad. En nuestro caso, más aún en los niños, podemos vernos afectados por la transmisión de un parásito intestinal (endoparásito) llamado Dipylidium Caninum, también reconocido como “la tenía del perro”, tras la ingesta accidental de la pulga o los huevos del parásito (1,2).  

Perros y gatos pueden contraer la Dipilidiasis a través del mismo parásito, infección que puede cursar sin signos clínicos, pero puede llegar a generar dolores intestinales, inapetencia, pérdida de peso, alteraciones nerviosas y diarrea. Los huevos del parásito se alojan en la zona anal produciendo prurito. Cuando el perro se muerde por la reacción de la picadura de una pulga la puede llegar a ingerir y si ella está infectada con el parásito, puede llegar a desarrollarse un adulto de Dipylidium Caninum en el intestino de nuestra mascota, el cual en ocasiones puede dejar evidencia, ya que en las heces del animal aparecen estructuras que se comparan con “granos de arroz”, correspondientes a las partes del parásito (1).

Mi mascota con pulgas. Pues detectar las pulgas en nuestra mascota es algo más complejo que las garrapatas, a menos que la infestación sea muy alta y nuestra mascota posea una capa de pelaje clara, podría ser más fácil, pero si le revisamos a diario podrías identificarlas pronto y tratarlas. El manejo es muy similar al de las garrapatas, solo que los productos tendrían diferente composición. Para el ambiente, aspirar las áreas donde hace vida el perro y gato es clave, además de mantener una buena higiene en casa y limpiar los zapatos, sobre todo las suelas, ya que la pulga puede esconderse allí y por largo tiempo (1,2).

EL MOSQUITO. Este insecto flebótomo puede llegar a inocular el parásito de la leishmania, tanto en perros y gatos, como en nosotros, produciendo la Leishmaniosis, una enfermedad multisistemica que afecta al sistema inmunitario y puede causar incluso la muerte en nuestras mascotas. En España se calcula que existe una prevalencia global del 15,7% de Leishmaniosis Canina, esta enfermedad puede pasar inadvertida durante meses, incluso años. La Dirofilariasis, es otra enfermedad transmitida por el mosquito, producida por el parásito Dirofilaria immitis, que es el llamado “gusano del corazón”, ya que los adultos se alojan en el interior del corazón produciendo insuficiencia cardíaca con consecuencias cardiopulmonares  graves (1).

ACAROS. Tanto los ácaros rojos de aves en primavera y verano, los ácaros del polvo, almacenaje y los responsables de la Sarna como de la otitis externa en perros y gatos, son considerados ectoparásitos. La presentación clínica de las enfermedades producidas por estos arácnidos, así como la identificación de ellos es compleja, sobre todo para el propietario, ya que se requiere de conocimientos previos para realizar un examen físico especializado y pruebas complementarias específicas para diagnosticar a este tipo de patógenos, lo que permitiría tratar a las mascotas afectadas de forma adecuada (1,2).

Podremos controlar de forma efectiva la infestación de estos parásitos externos en casa si trabajamos de forma preventiva. Recuerda que puedes consultarme para aclarar cualquier duda que tengas, no olvides compartir la publicación.



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